Es un tratamiento estético no invasivo, que se basa en la aplicación de un masaje mediante presión controlada, en diferentes partes del cuerpo. Mejora nuestro aspecto físico y la circulación. Favorece la eliminación de toxinas y reduce problemas como el cansancio y la pesadez en las extremidades o las varices.
La meta es estimular la circulación y la linfa para desechar aquello que nuestro cuerpo no necesita. La duración del tratamiento puede variar, pero normalmente se aplica durante 20 minutos o media hora, una o dos veces a la semana.